Antes de poner en marcha un nuevo negocio que podría significar un cambio radical en tu estilo de vida y en tus finanzas, hay algunos factores que se deben estudiar con detenimiento para tomar la mejor decisión y no acabar rindiéndote a medio camino o desmotivado por hacer un trabajo que no te complace. Estos son algunos de esos puntos a considerar antes de tomar una decisión de emprendimiento.
¿Es este negocio parte de tu pasión o afición?
Todo lo que se hace con amor se hace bien y, por amor a lo que se hace, se hace todo. Parece una frase redundante, pero en ella radica la funcionalidad que tendrá tu negocio, la dedicación y la forma como lo lleves, es algo parecido al matrimonio, tendrás que casarte con el negocio que emprendas para ponerle todo tu empeño y sacarlo adelante. De ti dependerá convertir tu pasión y afición en una gran compañía, productiva y estable.
Define entonces cuál es esa idea que más se ajusta a lo que quieres hacer, lo que te gusta ser y que también se te haga más fácil de hacer. Nunca emprendas en una cosa que no te guste, si no amas lo que haces, no funcionará. Tal como reza el dicho: elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ningún día de tu vida.
Necesitas saber del negocio y tener al menos una experiencia en el ramo
Como se dice la sabiduría popular: “no puede ser brujo quien no conoce la hierba”. Esta frase es muy utilizada en el conocimiento empírico, es uno de esos refranes del español que tiene como significado algo muy valioso: para hacer algo, hay que saber cómo hacerlo; para saber cómo hacerlo, hay que haberlo hecho. Se aprende de la experiencia más que de la teoría, pues la práctica es la que hace al maestro.
Conocer el mercado, sus tendencias y ajustar tu propuesta
Para posicionarse en un mercado determinado se necesita saber lo que está sucediendo con el consumidor, entender sus necesidades y la disposición que tienen para adquirir un producto determinado, hay que ajustar esos parámetros para que engranen entre sí, creando un balance entre oferta y demanda para poder competir con los ya posicionados y ganar la confianza del cliente, no con el precio solamente, sino con la calidad. Y nunca dejar de lado el mercadeo y la atención al cliente, de esto va a depender todo ajuste que se tenga que realizar tanto al proyecto como al producto.
Evalúa tus posibilidades de emprender antes de hacerlo
Primero asegúrate de contar con los recursos, no solo financieros sino los materiales, los humanos y el tiempo para dedicarte a tu nuevo negocio. Si necesitas ayuda, no dudes en buscarla, trabajar sólo genera más ingreso, pero además de tener toda la responsabilidad, también aumentan las posibilidades de error y pérdidas. Verifica cuáles son las posibles barreras para la puesta en marcha y crecimiento, dedícate también a encontrar soluciones para superarlas.
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